Diferentes sectores han decidido emprender diversas iniciativas para proteger el preciado líquido. Los estudiantes del colegio Gustavo Uribe Ramírez, en Granada (Cundinamarca) dedican parte de su tiempo a la propagación de árboles nativos como sauco o flor amarillo, con el fin de recuperar la ronda de la quebrada El Soche y de sensibilizar a la comunidad sobre el uso de sistemas silvopastoriles. Tienen entre 14 y 16 años y desde 2015 han sembrado 1.300 árboles, que han sido apadrinados por ellos como parte de la clase de Biología.
A más de mil kilómetros, en el corregimiento de San Basilio de Palenque y en el sector de Isla de León en Cartagena, la Fundación Tierra Grata lleva sanitarios ecológicos que no requieren de agua para su funcionamiento y que generan compostaje. Alexander Durán, Jenifer Colpas y Omer Morantes son los cofundadores de la entidad que busca llevar una solución de saneamiento básico a hogares de pocos recursos.
"Queremos que los beneficiarios y colaboradores en nuestro proyecto se vuelvan difusores y puedan replicarlo para reducir las desigualdades en la calidad de vida", explica Durán.
El común denominador de las dos iniciativas está en su contribución al uso sustentable del recurso hídrico y fue la razón por la que cada una recibió en su categoría, el primer lugar en el Premio del Agua Pavco 2017, dirigido a jóvenes entre los 14 y 28 años. Esta cuarta versión del galardón, enmarcado en el Proyecto Corporativo Hydros, se realizó en alianza con Cecodes-Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Ambiente, la Red de Jóvenes de Ambiente, la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia, la Universidad de los Andes y Unicef.
Uniones público privadas como estas son la respuesta a cifras preocupantes reveladas por diversos organismos internacionales sobre el impacto en los recursos hídricos. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1,6 millones de personas fallecen cada año por causa de enfermedades diarreicas, atribuibles a la falta de acceso al agua potable salubre y al saneamiento básico. Un 90 por ciento son menores de 5 años.
Ekofil es otro ejemplo del trabajo en torno al problema de agua potable en el país. Se trata de un filtro portátil de arcilla, producido en Colombia, de fácil instalación, manejo y mantenimiento que permite a sus usuarios obtener agua segura a partir de fuentes de baja calidad. Hoy en día es usado por cerca de 15 mil familias en zonas rurales y gracias a los 10 mil dólares obtenidos tras lograr el segundo lugar del Premio del Agua y Saneamiento BID-FEMSA 2017, podrá ampliar su alcance.
Corriendo por los bosques
El pasado 5 de marzo más de cinco mil corredores se convirtieron en protectores de los bosques. La Carrera Verde es la estrategia que ha utilizado la Fundación Natura para aunar esfuerzos en contra de la grave deforestación que viene afectando los ecosistemas del país, pues de acuerdo con la ONU, en Colombia solo en el 2016 fueron taladas más de 178 mil hectáreas de árboles.
Es por ello que la entidad organizó dicha carrera, que se realiza en Cali y Medellín, y con la cual se compromete a sembrar tres árboles a perpetuidad por cada participante que se inscriba en ella. Gracias a este evento, la organización ya alcanzó la siembra de 84 mil árboles en 2017. A la iniciativa ya se han sumado otras organizaciones como el Grupo Argos y el Banco de Bogotá, entre otros.
Más alianzas, mayores impactos
Desde el año pasado, 125 huertas en el resguardo indígena de Toribío, en el Cauca, cuentan con el agua necesaria para el crecimiento de hortalizas, frutas, gulupa y café. La zona padecía de sequías, lo que se convertía en un riesgo para el sustento de las familias cultivadoras que recibieron, gracias al Fondo del Agua por la Vida, unos equipos para riego, con capacidad hasta 6.000 metros cuadrados y que no requieren de bombeo para su funcionamiento.
Fuente: http://www.eltiempo.com